Un nuevo informe de PEN America, publicado el 2 de noviembre de 2023, revela cómo la libertad de expresión en Georgia ha experimentado un marcado declive bajo el mandato del partido gobernante Sueño Georgiano. El informe, titulado «La represión cultural en Georgia», sugiere un «movimiento hacia el autoritarismo» en el país, evidenciando un intento deliberado de controlar la vibrante escena cultural.
Desde las elecciones parlamentarias impugnadas en octubre de 2020, Georgia ha enfrentado disturbios, ataques a medios independientes y una creciente división social. El reportaje destaca que, a pesar de la resistencia de la comunidad cultural, «los artistas y escritores enfrentan consecuencias cuando parecen trabajar en contra de los intereses gubernamentales».
Crisis política en Georgia: represión y resistencia en la escena cultural
La situación se agrava con la postura anti LGBTIQ+ del partido gobernante y cambios en la relación con Rusia. Aunque el 90% de los georgianos ve a Rusia como una amenaza, el informe sostiene que Sueño Georgiano se ve «cada vez más bajo la influencia de Rusia e inspirado de forma directa por su libro de estrategias».
En un intento de emular la ley rusa de «agentes extranjeros», el partido gobernante propuso una ley de «transparencia de la influencia extranjera». Esta medida, similar a la legislación rusa, busca registrar como «agentes de influencia extranjera» a las organizaciones no gubernamentales financiadas desde el exterior.
Sueño georgiano bajo la lupa: influencias rusas y amenazas culturales
El informe destaca amenazas menos evidentes contra la cultura georgiana, incluyendo el nombramiento de funcionarios clave del Ministerio de Cultura sin experiencia en el campo. La nueva ministra de Cultura, Tea Tsulukiani, exministra de Justicia, ha tenido un impacto significativo al limitar la influencia de profesionales independientes en el ámbito cultural.
En un giro hacia la cultura, Tsulukiani ha desencadenado una guerra contra los teatros, museos y el Centro Nacional del Libro. Directores artísticos fueron designados sin concurso, generando tensiones. En los museos nacionales, alrededor de 70 empleados fueron despedidos, y la reorganización del Centro Nacional del Libro provocó un enfrentamiento entre escritores y el Ministerio de Cultura.
Cultura en crisis: la ministra de cultura de Georgia desata una guerra cultural
La industria del cine también sufrió controversias, con el despido del director del Centro Nacional de Cine por malversación financiera. El informe de PEN America sostiene que estos despidos y reorganizaciones, junto con la negación de garantías y recursos para investigadores, amenazan los derechos culturales y científicos de los ciudadanos georgianos.
Quienes hablaron con PEN America comparan la represión con la ocupación soviética, donde «todo el arte y la cultura eran sistemáticamente reprimidos o explotados para fines propagandísticos del Gobierno». La pregunta persiste: ¿Tomará Sueño Georgiano nota de las recomendaciones de PEN America?
Influencia rusa y ley de agentes extranjeros: el asedio a la cultura en Georgia
La encuesta de marzo de 2022 revela que el 90% de los georgianos perciben a Rusia como una amenaza, pero el partido gobernante parece alinearse cada vez más con la influencia rusa. El intento de emular la ley rusa de «agentes extranjeros» plantea una amenaza adicional a la libertad de expresión.
En medio de esta crisis, el informe destaca la falta de atención a las amenazas contra el sector cultural. Durante los últimos dos años, el Gobierno ha intensificado la intimidación y la interferencia en el trabajo de voces culturales independientes, sugiriendo que el Gobierno se siente amenazado por un sector cultural vibrante.
Crisis política y cultural: Georgia en la encrucijada de la represión
La ministra de Cultura, Tea Tsulukiani, asumió su cargo en 2021 con la misión de erradicar la corrupción y el nepotismo. Sin embargo, su enfoque ha resultado en una controversia creciente. Desde el reemplazo de directores teatrales hasta despidos en museos y el Centro Nacional del Libro, la cultura de Georgia está bajo asedio.
La guerra cultural se intensificó con el despido del director del Centro Nacional de Cine por malversación financiera. Los investigadores principales en instituciones culturales también enfrentaron despidos, negación de garantías y recursos, poniendo en peligro los derechos de las personas y reduciendo el espacio cívico.
Teatros, museos y libros: la cultura georgiana en peligro de extinción
Los teatros fueron los primeros en sentir el impacto de la nueva ministra, con designaciones sin concurso y tensiones crecientes. Los museos nacionales también sufrieron despidos masivos, mientras que el Centro Nacional del Libro se vio envuelto en un conflicto entre escritores y el Ministerio de Cultura.
La industria del cine no escapó a la controversia, con el despido del director del Centro Nacional de Cine. Los despidos y la interferencia del Gobierno en instituciones culturales amenazan los derechos de los ciudadanos georgianos a participar en la cultura y el progreso científico.
De artistas a agentes extranjeros: la creciente represión cultural en Georgia
El partido gobernante Sueño Georgiano propone una ley de «transparencia de la influencia extranjera», similar a la ley rusa de «agentes extranjeros». Esta medida, de ser aprobada, obligaría a las ONG financiadas desde el exterior a registrarse como agentes de influencia extranjera, reflejando una creciente influencia de Rusia.
El informe de PEN America destaca que la atención a las amenazas culturales en Georgia ha sido limitada. A pesar de los intentos del Gobierno de controlar la cultura, la resistencia de la comunidad cultural persiste. La ministra de Cultura, Tea Tsulukiani, enfrenta críticas por limitar la influencia de profesionales independientes en el ámbito cultural.
Guerra cultural en Georgia: la lucha por la libertad de expresión y la resistencia cultural
La ministra de Cultura, Tea Tsulukiani, ha desencadenado una guerra contra la cultura en Georgia desde su nombramiento en 2021. El informe de PEN America destaca la reorganización en teatros, museos y el Centro Nacional del Libro, evidenciando una represión sistemática que amenaza la libertad de expresión en el país.
A medida que la cultura georgiana enfrenta desafíos sin precedentes, el informe señala que la represión y los abusos sistemáticos contra artistas e instituciones culturales tendrán un impacto significativo en la libertad de expresión a nivel nacional. La resistencia cultural persiste, pero ¿será suficiente para contrarrestar la creciente represión?