Según la ONU, el acceso al agua potable es un derecho y, sin embargo muchas regiones del mundo siguen sin tenerlo, especialmente en África, dónde sólo 1 de 4 personas tienen acceso.
Afortunadamente, algunos ingenieros están redoblando sus esfuerzos para hallar soluciones sostenibles y asequibles para estás poblaciones, como Iheb Triki, que ha creado un pequeño robot que transforma la humedad del aire en agua potable.
¿De qué se trata este invento?
Llamado Kumulus, el invento funciona gracias al rocío de la mañana. Su creador ha ideado una máquina que funciona con energía solar y que capta el aire ambiente a través de un filtro de aire que lo limpia antes de recogerlo y transformarlo en agua potable. Un ingenioso y significativo dispositivo, creado por el diseñador Zouhair Ben Jannet, que podría proporcionar entre 20 y 30 litros de agua potable al día.
Esta nueva innovación se está probando actualmente en una escuela primaria de El Bayadha (Argelia), en colaboración con el Grupo Orange. El cofundador de la start up franco – tunecina espera que su creación pueda ser aprobada en un futuro próximo para extender su proceso a una mayor parte del país.
¿Cómo funciona?
Está funciona de la siguiente manera: el aire húmedo entra automáticamente en el dispositivo a través de unas pequeñas aberturas en la parte superior y pasa por un filtro inicial. Luego se enfría en una cámara que condensa la humedad del aire y la convierte en rocío. El agua se filtra de nuevo, se mineraliza y se almacena en un depósito de agua, lista para ser consumida o utilizada.
Una boquilla al exterior permite acceder fácilmente al agua. Una pantalla, por su parte, muestra la cantidad de agua disponible dentro de la máquina; puede conectarse a una aplicación que permite a los usuarios controlar aspectos como la calidad del agua y cuándo cambiar el filtro.
Aún no se encuentra disponible
La primera máquina Kumulus, con un diseño similar al de un gran cubo blanco, se instaló en la escuela anteriormente mencionada, una zona sin salida al mar en la frontera con Argelia dónde el acceso al agua sigue siendo limitado; y ha servido como prueba para comprobar el funcionamiento de este invento, que por sus capacidades se puede convertir en una solución milagrosa en este tipo de localidades.
Por el momento Kumulus no se puede utilizar, aunque sí se puede reservar. Esto se debe a que las autoridades tunecinas deben aprobar su uso antes. Mientras tanto, la compañía aún está finalizando la certificación CE y recolectando pedidos anticipados de este dispositivo. Una vez que obtengan la ansiada etiqueta, comenzarán a entregarlas a sus clientes.
Además de ello, sus creadores señalan que laboratorios independientes de renombre se están encargando de analizar el agua producida por Kumulus casi a diario para confirmar que cumple con los estándares de agua potable de la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las normas de los países en las que operan.