En nuestro día a día, rara vez cuestionamos el significado de una señal de alto cuando nos topamos con su inconfundible forma octagonal. Sin embargo, detrás de este diseño peculiar se esconde una historia fascinante que se remonta a los primeros años de la era automovilística. Vamos a explorar las razones detrás de la elección de esta forma única y descubrir por qué las señales de alto adoptaron el octágono como su sello distintivo.
En los primeros años de los automóviles, el tráfico era caótico, sin reglas claras. William Phelps Eno propuso establecer las primeras normas viales, y así nació la señal de alto, destinada a garantizar la seguridad de los peatones en la carretera. La forma octagonal se fijó en 1923, cuando la Asociación del Valle del Mississippi de Departamentos de Carreteras Estatales creó el esquema de las señales de tráfico.
La geometría del «Pare»: el octágono
«La forma octagonal de la señal de alto destaca debido a su singularidad. Sus ocho lados crean una silueta reconocible y fácilmente distinguible, lo que ayuda a los conductores a identificar y reaccionar rápidamente ante la señal, incluso a distancias relativamente largas.»
La forma octagonal no solo destaca por su singularidad, sino que también ofrece ventajas prácticas. Su geometría única permite que los conductores la identifiquen y reaccionen rápidamente, incluso desde una considerable distancia. Esto proporciona a los automovilistas más tiempo para reducir la velocidad y prepararse para detenerse por completo en la intersección.
Uniformidad internacional
«El uso del octágono para las señales de alto se ha estandarizado a nivel internacional. Al adoptar una forma consistente, se asegura la uniformidad y promueve una comunicación clara en diferentes regiones y países.»
La forma octagonal, al destacarse por su angulosidad y no conformidad con las formas típicas de las señales de tráfico, aumenta la probabilidad de que los conductores noten la señal y tomen la acción adecuada. Esta rápida identificación es esencial para garantizar la seguridad en las intersecciones y evitar accidentes.
«El color rojo de la señal de alto se eligió en 1954. Antes, era difícil producir señales rojas reflectantes que duraran mucho tiempo. Cuando se desarrollaron las sustancias necesarias, la señal pudo obtener su característico color rojo, siempre asociado con la orden de detenerse.»
La combinación de la geometría distintiva y el color rojo ha convertido a las señales de alto en un símbolo reconocido universalmente, reforzado a lo largo de los años a través de la educación y programas de concienciación vial.