Desafíos y controversias en la COP28: críticas a la industria del petróleo

La Conferencia de las Partes (COP28) se inaugura en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, marcando un hito crucial en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, detrás de las expectativas climáticas, surge una controversia relacionada con la industria del petróleo y su influencia en las negociaciones.

El presidente de la COP28, Sultan Al-Jaber, ocupa simultáneamente el cargo de CEO de la empresa estatal de petróleo de Abu Dhabi (Adnoc). Este hecho, aunque no ilegal, suscita críticas debido al potencial conflicto de intereses. La comunidad internacional se pregunta si un líder petrolero puede liderar eficazmente las discusiones sobre la reducción de emisiones.

Chile, país anfitrión de la COP25, nuevamente desempeña un papel significativo. Maisa Rojas, experta en cambio climático, lidera las conversaciones sobre adaptación junto a Australia. Como miembro de la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC), Chile busca representar los intereses regionales y contribuir al desarrollo sostenible.

Sultan Al-Jaber: entre la presidencia de la COP28 y los negocios petroleros

La controversia se intensifica cuando una investigación periodística revela que Al-Jaber utilizó reuniones de la COP28 para promover los negocios petroleros de Adnoc. Documentos filtrados evidencian la intención de aumentar las exportaciones de petróleo y gas del emirato. La respuesta del Gobierno árabe fue tajante: «las reuniones privadas son privadas».

El Centre for Climate Reporting y la BBC obtuvieron documentos internos que detallan los esfuerzos de Adnoc para incrementar las exportaciones durante la COP28. Las 150 páginas revelan la utilización de la conferencia para fortalecer los lazos comerciales con Estados miembros y empresarios. La situación plantea interrogantes sobre la transparencia y los verdaderos objetivos de las negociaciones.

Pérdida de confianza en las COP: ¿instrumento efectivo o desgastado?

A lo largo de los años, la sociedad civil ha perdido confianza en las negociaciones climáticas, alimentada por la sensación de falta de progreso. La ecoansiedad se mezcla con la resignación, ya que, a pesar del sentido de urgencia, los acuerdos resultan insuficientes para abordar la magnitud de la crisis. La falta de confianza amenaza la efectividad futura de las COP.

La percepción pública de las COP se ve afectada por la pérdida de confianza en la efectividad de estas instancias. Los avances tibios y la ausencia de medidas fundamentales para reducir emisiones y aumentar la adaptación generan pesimismo. La sociedad civil, vital en este proceso, cuestiona la capacidad de las negociaciones para producir resultados concretos.

La elección de Emiratos Árabes Unidos para la COP28 plantea dudas sobre el compromiso real con la agenda climática. El hecho de ser un país petrolero despierta críticas, especialmente con el presidente de la COP28 también liderando una empresa estatal de petróleo. La transparencia y la verdadera voluntad de abordar el cambio climático se vuelven temas centrales en medio de esta controversia.

Redacción Ruspost
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