Armenia y Azerbaiyán negocian un delicado tratado de paz

Desde diversas ubicaciones y cumbres internacionales, se ha estado anticipando la firma de un acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán. La posibilidad de este pacto ha sido discutida en Bruselas, España y Kirguistán, siendo este último el más reciente.

Aunque aún no se ha materializado la firma, el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, ha afirmado que el documento estaría listo para ser firmado «en los próximos meses». Este acuerdo se basa en los cinco principios propuestos por Azerbaiyán en mayo de 2022, los cuales incluyen el reconocimiento de la integridad territorial de ambos países, la ausencia de reclamos territoriales, la abstención de hacer amenazas, la demarcación de la frontera y la apertura de enlaces para el transporte.

Cambios en los principios iniciales: Nagorno–Karabakh en la ecuanimidad

Sin embargo, la situación cambió drásticamente después de la ofensiva militar de Azerbaiyán en la región de Nagorno–Karabakh el 19 de septiembre de 2023. A raíz de esta operación, el Gobierno de Nagorno–Karabakh anunció su disolución para el año 2024. Además, la población de etnia armenia en Karabaj huyó temiendo vivir bajo el Gobierno de Azerbaiyán. Esta región había estado bajo el control de su población de etnia armenia desde la década de 1990, tras una guerra que terminó en un alto al fuego en 1994, estableciendo la república autodeclarada de Nagorno–Karabakh sin reconocimiento internacional. Las tensiones persistieron y en 2020 estalló una segunda guerra de 44 días, alterando significativamente la situación.

Impacto de la guerra del 2020: Desplazamientos y cambio de control territorial

Como consecuencia de la guerra del 2020, más de un millón de personas tuvieron que abandonar sus hogares, incluyendo azerbaiyanos que dejaron Armenia, Nagorno-Karabaj y territorios adyacentes, así como armenios que abandonaron sus hogares en Azerbaiyán. Aunque se firmó un acuerdo de alto al fuego en noviembre de 2020, con fuerzas de paz rusas desplegadas en partes de Karabaj, las violaciones del alto al fuego persistieron. La retórica hostil local y gubernamental continuó, socavando las posibilidades de una paz sostenible.

19 de septiembre de 2023: ¿una nueva guerra en el horizonte?

La pregunta sobre la posibilidad de una nueva guerra ha estado presente, y los eventos del 19 de septiembre de 2023 parecen ofrecer una respuesta. Luego de estos eventos, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, anunció el 30 de octubre de 2023 que se habían acordado «tres de los cinco principios de paz y normalización de relaciones». Esto abre la puerta a la firma de un tratado de paz, aunque persisten desafíos sustanciales.

Desafíos pendientes: rutas de transporte y otros asuntos cruciales

La firma de un acuerdo de paz no significa la resolución inmediata de todos los problemas. Kirill Krivosheev, periodista de Kommersant, enfatiza que el tratado debe ser solo un marco, ya que quedan pendientes asuntos cruciales como el destino de las fuerzas de paz rusas en Karabaj, los enclaves azerbaiyanos en Armenia, los planes de conexión de Azerbaiyán con Najicheván y la posible entrada de armenios desplazados a Azerbaiyán.

Propuestas contrapuestas: «Intersecciones de Paz» vs. «Corredor Zangezur»

Un punto de gran controversia es la ruta de transporte conocida como el «corredor Zangezur», que conectaría Armenia con el enclave azerbaiyano de Najicheván. Este corredor fue mencionado en el acuerdo de alto al fuego de 2020, pero aún se debaten su implementación y condiciones. Según Hikmet Hajiyev, asistente de alto rango del presidente de Azerbaiyán, están trabajando con Irán y actualmente no tienen planes de tomar el corredor.

En respuesta, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, ha presentado la propuesta de transporte regional llamada «Intersecciones de Paz». Esta iniciativa busca conectar Turquía, Azerbaiyán, Irán y Georgia a través de Armenia, considerándola una «parte importante de la agenda de paz del sur del Cáucaso». Aunque ambas partes han expresado compromisos por la paz, las tensiones persisten, y la firma de un acuerdo a finales del año será un indicador de la autenticidad de estos compromisos.

Aunque la posibilidad de un acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán ha avanzado, los desafíos persisten. La resolución de asuntos pendientes, como las rutas de transporte y la situación de los desplazados, requerirá tiempo y dependerá de cambios en la dinámica de poder regional. La firma de un acuerdo rudimentario puede ser un paso positivo para Armenia, desalentando una mayor escalada por parte de Azerbaiyán. Sin embargo, la situación sigue siendo delicada, y el resultado final dependerá de las negociaciones en curso.

Vía: Global Voices

Redacción Ruspost
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