Pocos son los casos exitosos en los que se “actualiza” la cueca, o se la saca de su letargo para llevarla hacia un escenario distinto, fuera de su nicho social y musical. Phuyu y la Fantasma lo hace posible, con sus emblemáticas “Anticuecas Subterráneas” que presentó -una vez más- el sábado 14 de septiembre en el Bar Callejón, no sin una amalgama de novedades.
Se trata del esfuerzo que la banda chillaneja hizo para revitalizar aquel tipo de composición tradicional -pero vanguardista- que Violeta Parra compuso con sus anticuecas. Así, la agrupación apuesta, desde su singularidad experimental, por fusionar dicha sonoridad con la de una banda de rock, con guitarras distorsionadas, bajo, batería y un corrosivo discurso que se asoma, en varios instantes y canciones.
Una oportunidad impostergable de resignificar lo que entendemos como “chilenidad” y darle un nuevo contexto a esos sonidos, a veces, mancillados por un nicho social del país. Y también una oportunidad para conocer a Phuyu -y la reciente inclusión de su tecladista/cantante Catalina Parra, también conocida por Bitácora Celeste-, ad portas del lanzamiento de su nuevo álbum, “Tetralogía de Bichos y Setas”.
Y es que lo nuevo de «Phuyu…», que mantiene y potencia esta misma línea musical, se estrenó el mismísimo 18 de septiembre. Una particularidad? Tetralogía… es la primera parte del disco doble “La antropofagia nos une”, del cual esperamos muy pronto tener novedades. Aunque aguarden, porque para Tetralogía, entendemos que el proceso de composición y grabación se extendió por cerca de 3 años.
¿Y sobre el show en Callejón? Nos fuimos a dormir -o carretear- inyectados de energía anticuequera con “Metamorfosis” y el bis, “Depreda/sueños”.