Nuevos detalles sobre el ‘Nanotyrannus’, un dinosaurio que se confunde con el T. rex

En lo que respecta a la paleontología, cada descubrimiento puede reescribir la historia evolutiva de los dinosaurios. Recientemente, dos destacados investigadores, Nick Longrich y Evan Saitta, han desenterrado nuevos datos sobre fósiles que plantean interrogantes sobre la clasificación de una especie que ha intrigado a la comunidad científica durante décadas.

Un cráneo que desafía la historia

El primer cráneo de lo que se creía que era un ‘Tyrannosaurus rex‘ se encontró en Montana en 1942. Sin embargo, a lo largo de los años, los paleontólogos han debatido si este fósil pertenecía a una especie separada o simplemente era un juvenil del T. rex.

Longrich y Saitta se embarcaron en una minuciosa revisión de los fósiles, especialmente del cráneo de Nanotyrannus, y de restos previamente no identificados de un T. rex joven. Al medir los anillos de crecimiento en los huesos, descubrieron que eran más compactos y estrechos hacia el exterior del hueso, indicando un crecimiento más lento. Esto sugiere que el animal estaba casi completamente desarrollado, desafiando la creencia de que era un juvenil de crecimiento rápido.

Dimensiones impresionantemente reducidas

Los resultados del modelado del crecimiento revelaron que estos dinosaurios alcanzaban un máximo de alrededor de 900 kg a 1500 kg de peso y cinco metros de envergadura. Esto es aproximadamente el 15 % del tamaño de un T. rex, que alcanzaba los 8.000 kg y medía nueve metros o más. Un descubrimiento que ha dejado a Longrich impresionado, «No esperaba que fuera tan concluyente».

La falta de evidencia de fósiles que combinen características de Nanotyrannus y T. rex desafía la teoría de que uno evoluciona en el otro. Cada fósil examinado pudo ser identificado claramente como una especie u otra. Además, los patrones de crecimiento en otros tiranosaurios no coinciden con la hipótesis de que Nanotyrannus sea un T. rex joven.

Según Longrich, «El T. rex dependía del tamaño y la fuerza, pero este animal dependía de la velocidad». Comparando cráneos de ambas especies, el investigador destaca las diferencias que sugieren estrategias de caza distintas. Este hallazgo plantea una nueva incógnita: ¿por qué no se han encontrado nunca restos de T. rex joven?

El Registro 0lvidado en San Francisco

Nick Longrich tiene la respuesta, revelando la existencia de un registro fósil recolectado hace años, olvidado en una caja de huesos no identificados en un museo en San Francisco. Tras un análisis detallado, se identificó como un tiranosaurio juvenil, proporcionando finalmente la evidencia de la existencia de T. rex jóvenes.

El hallazgo de un único espécimen, representado por un hueso del cráneo, ha resuelto el misterio de los T. rex jóvenes. Aunque este ejemplar es escaso, Longrich subraya: «Es solo un espécimen y un solo hueso, pero solo se necesita uno». El cráneo del T. rex es distintivo y único, lo que hace que la identificación de estos jóvenes sea extremadamente rara.

Ampliando la diversidad fósil

Los investigadores sugieren que la dificultad para distinguir dinosaurios a partir de esqueletos a menudo incompletos podría llevar a subestimar la diversidad de estas criaturas prehistóricas y de otras especies fósiles. Este descubrimiento plantea preguntas fundamentales sobre la comprensión actual de la evolución de los dinosaurios y la necesidad de reconsiderar las clasificaciones establecidas.

Este hallazgo desafía las concepciones existentes sobre la relación entre Nanotyrannus y el T. rex, abriendo la puerta a un nuevo capítulo en la comprensión de la evolución de estos majestuosos reptiles. La identificación de un tiranosaurio juvenil perdido durante años demuestra que, en el mundo de la paleontología, la verdad puede estar oculta en rincones olvidados de museos.

Vía: Sinc

Redacción Ruspost
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