El presidente Boric anunció el ingreso de la nueva Ley de Pesca, que busca mayor transparencia y equidad en el sector. La iniciativa introduce mayor fiscalización a la industria, redistribuye las cuotas de pesca entre artesanales e industriales y limita la concentración del mercado.
Boric apuesta por la sostenibilidad
«Necesitamos una nueva y buena Ley de Pesca para Chile, una ley que sea justa, una ley que asegure la sostenibilidad de los recursos», afirmó el Presidente Boric durante el anuncio en Caleta Quintay.
El mandatario destacó la conciencia que existe entre los pescadores sobre la necesidad de preservar los stocks de peces. «No solamente es su pega, no es solamente el ingreso de los meses de pesca, sino que es una cultura, es una forma de vida», reflexiona.
La ley se construyó con aportes científicos y reconoce la relevancia de las caletas y comunidades costeras según el gobierno. El objetivo es potenciar la vocación oceánica de Chile promoviendo la actividad de forma sostenible.
El debate está abierto
Sin embargo, el proyecto de Ley no está exento de polémica, especialmente por el endurecimiento hacia el sector industrial. La nueva normativa limita la renovación automática de licencias, acota la duración de éstas de 20 a 10 años, e impone mayores impuestos a las pesquerías.
Desde la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) ya advirtieron que algunas medidas podrían afectar la inversión en el sector industrial, repercutiendo también en la cantidad de empleos.
El gobierno defiende que la Ley fomentará condiciones laborales más justas al exigir mejores sueldos y beneficios. No obstante, la discusión recién comienza.
Fraccionamiento de cuotas
Uno de los ejes centrales es la redistribución de las fracciones de captura anual entre pescadores artesanales e industriales. Se establece un 50% para cada sector en base a criterios científicos y de equidad interregional.
Hasta ahora, la Ley otorgaba un 85% del total anual de capturas a los industriales según su historial previo. Eso consolidaba el dominio de grandes grupos económicos sobre importantes stocks de recursos, limitando el acceso a pequeños armadores.
Con la modificación se pretende dar más espacio a que nuevas empresas participen en licitaciones, promoviendo la libre competencia y disminuyendo la concentración.
Subastas bajo mayores estándares
La iniciativa también apunta a transparentar y modernizar el sistema de subastas públicas mediante el cual se asignará la mitad de las cuotas industriales.
Introduce bases de licitación tipo para fijar criterios claros previamente, evitando la discrecionalidad administrativa. Además se volverán públicos los precios mínimos ofertados y se limitará el porcentaje máximo que podrá adjudicarse un mismo oferente.
Todas esas medidas tienen el fin de otorgar mayor dinamismo a un mercado que en la práctica ha estado copado por un grupo reducido de actores en las últimas dos décadas.
Protección a la pesca artesanal
En cuanto a los pescadores artesanales, la Ley resguarda la primera milla marítima como área de reserva exclusiva para su operación, así como las primeras cinco millas.
También se ajustan los criterios para pertenecer al Registro Pesquero Artesanal, dando más flexibilidad a quienes temporalmente no puedan ejercer la actividad por contingencias específicas.
Finalmente, se efectúa un reconocimiento legal sin precedentes a sindicatos y federaciones del sector, permitiendo una mayor participación e incidencia de las organizaciones en las políticas pesqueras.