Estudio explora las altas cifras de consumo de bebidas energéticas en jóvenes

En el ritmo vertiginoso de la vida moderna, las bebidas energéticas se han convertido en compañeras habituales para muchos jóvenes y adolescentes.

Cerca del 60% de ellos ha consumido estas bebidas al menos una vez, según un reciente estudio de la Universidad de Oviedo, España. Los hallazgos revelan una tendencia preocupante que demanda atención y acción inmediata.

Elevada prevalencia a nivel mundial

Contrario a lo que podría pensarse, hasta ahora no existía un estudio integral sobre la prevalencia del consumo de bebidas energéticas a nivel global. El Grupo de Conductas Adictivas de la Universidad de Oviedo emprendió esta tarea, analizando casi dos centenares de estudios. La investigadora Andrea Krotter Díaz destaca: «Casi el 60% de los adolescentes y jóvenes las han consumido».

El estudio, publicado en la prestigiosa revista Addiction, abarcó una muestra de más de un millón de personas con una edad promedio de 18 años. Los resultados revelan que el 55% de la población ha probado estas bebidas en alguna etapa de su vida, mientras que el 9% las consume a diario. Es evidente que las bebidas energéticas son una presencia significativa en la vida de los jóvenes a nivel mundial.

Diferencias geográficas y de edad

Una de las particularidades del estudio es el análisis detallado de variables como la ubicación geográfica y el grupo de edad. Según Krotter Díaz, «las tasas de consumo varían considerablemente según la región continental y la edad de los consumidores». África lidera con un 64% de consumo semanal, seguida por Asia (26%), Oceanía (23%), Norte América (22%), Europa (16%), y América Central y del Sur (11%).

En cuanto a la edad, el 12% de los niños menores de 12 años, el 20% de los adolescentes, el 26% de los jóvenes adultos y el 14% de los adultos han consumido estas bebidas en la última semana. Estas cifras resaltan la necesidad de abordar el problema de manera diferenciada según la demografía.

Un negocio en crecimiento constante

En el mercado actual, las bebidas energéticas se presentan como soluciones instantáneas para mejorar el rendimiento y aumentar la energía. Gema Aonso Diego, doctora en Psicología, señala que «se lanzan al mercado más de 150 nuevas marcas anualmente». Sin embargo, detrás de la promesa de beneficios inmediatos, se esconden riesgos para la salud física y mental.

El contenido elevado de cafeína, combinado con azúcares y otros estimulantes, puede desencadenar efectos adversos en diversos sistemas del cuerpo. Desde problemas cardiovasculares hasta impactos en la salud mental, estas bebidas no son tan inofensivas como suelen presentarse.

Uno de los aspectos más preocupantes destacados por los investigadores es la combinación de bebidas energéticas con alcohol. Ángel García Pérez, del Grupo de Conductas Adictivas de la Universidad de Oviedo, advierte: «Las bebidas energéticas camuflan los efectos de intoxicación del alcohol, generando una falsa percepción de control». Esta práctica aumenta el riesgo de sobredosis, accidentes y problemas a largo plazo, como enfermedades hepáticas y cardiovasculares.

Debate sobre la regulación legal

El consumo de bebidas energéticas ha suscitado debates sobre su regulación legal en diversos lugares, incluyendo España. Recientemente, la Xunta de Galicia ha propuesto un anteproyecto de ley para controlar la publicidad y prohibir la venta y consumo en menores de edad. Otros gobiernos autonómicos también están considerando medidas similares.

Mientras tanto, las empresas productoras emplean estrategias de marketing agresivas para aumentar el consumo, especialmente entre los jóvenes. Eventos deportivos y plataformas de entretenimiento online son terrenos fértiles para estas estrategias, lo que refuerza la urgencia de medidas reguladoras.

Ante la creciente preocupación, Andrea Krotter Díaz propone diversas medidas para reducir las prevalencias de consumo. Estas incluyen aumentar el precio, establecer una edad mínima legal para el consumo, promover la transparencia en la información sobre los ingredientes y posibles efectos adversos, y restringir la publicidad. Estas acciones, según la investigadora, podrían tener un impacto significativo en la reducción del consumo de estas bebidas.

El estudio de la Universidad de Oviedo arroja luz sobre la magnitud del consumo de bebidas energéticas a nivel mundial. Los riesgos para la salud, especialmente entre los jóvenes, son motivo de preocupación. Es imperativo que se tomen medidas a nivel legislativo y que la sociedad en su conjunto esté informada sobre los peligros asociados con el consumo excesivo de estas bebidas.

Vía: Sinc

Redacción Ruspost
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