En las últimas dos décadas, el hemisferio sur ha emergido como el principal contribuyente al declive mundial en la disponibilidad hídrica, según un revelador artículo publicado en Science. Este fenómeno plantea amenazas significativas para los ecosistemas, aumentando el riesgo de sequías e inundaciones, liberando dióxido de carbono almacenado en plantas y afectando los sistemas alimentarios. América del Sur, África y el centro-noroeste de Australia son las áreas más afectadas.
Los cambios en el régimen de lluvias y fenómenos climáticos, especialmente relacionados con El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), han alterado el ciclo hidrológico en el hemisferio sur. Yongqiang Zhang, geógrafo de la Academia China de Ciencias, advierte que «con los cambios climáticos y el empeoramiento de la intensidad de El Niño, es posible que la disponibilidad hídrica en el hemisferio Sur disminuya aún más».
Datos alarmantes: reducción del 20% en 20 años en el sur
La investigación utilizó datos recopilados entre 2001 y 2020, combinando información de imágenes satelitales de cuencas hidrográficas, niveles de lluvia, evapotranspiración y niveles de ríos. Zhang destaca que «en 20 años, el declive en el Sur fue de 70 milímetros de agua por año, equivalente al 20 por ciento de reducción». En contraste, el hemisferio norte experimentó una reducción de solo 12 milímetros por año.
Las causas de la disminución varían. En regiones áridas del hemisferio sur, el aumento de la evapotranspiración es el factor principal, mientras que en áreas húmedas, como la Amazonía, los niveles de lluvia están disminuyendo. Sorprendentemente, a pesar de tener casi un 50% más de tierras, el hemisferio norte mostró estabilidad en la disponibilidad hídrica.
En una edición de Science, Günter Blöschl, hidrólogo de la Universidad Técnica de Viena, y Pedro Chaffe, ingeniero ambiental de la Universidad Federal de Santa Catarina, evalúan las consecuencias de esta reducción hídrica. Afirman que la disminución afecta diferentes ecosistemas y poblaciones, generando condiciones de sequía. Además, destacan la importancia de considerar la disponibilidad hídrica a corto plazo para entender la dinámica de sequías e inundaciones.
Estrategias para mitigar el impacto
Blöschl y Chaffe proponen iniciativas para reducir los efectos catastróficos de sequías e inundaciones más frecuentes. Estas incluyen la construcción de embalses, desviaciones de riego para la agricultura, mejoras en el sistema de captación de agua de lluvia y el fomento del cultivo de alimentos que requieran menos agua. Vinicius Chagas, ingeniero ambiental brasileño, sugiere que las obras de infraestructura y modelos de simulación de escenarios pueden ser vías eficientes.
Vinicius Chagas, estudiante de posgrado en la Universidad Técnica de Viena, destaca la importancia del artículo al mostrar las diversas condiciones de cambio climático. Advierte que la variación en el hemisferio sur puede ser más significativa debido a la influencia de los océanos. Sin embargo, señala que la falta de previsibilidad sobre el futuro es un desafío clave.
En conclusión, la crisis hídrica global exige un llamado a la acción urgente. La infraestructura que almacena y transfiere agua a largas distancias podría ser clave, junto con modelos de simulación de escenarios. Sin embargo, mejorar la previsibilidad de estos modelos requiere más datos de medición por satélite.



