En un acto que tomó por sorpresa a muchos internautas, Omegle, el popular servicio de chat en línea que permitía a las personas conectarse y hablar con desconocidos, ha cerrado sus puertas después de más de 14 años, citando un crecimiento alarmante del mal uso de la plataforma, incluyendo la comisión de «crímenes indeciblemente atroces».
El legado de Omegle: una breve retrospectiva
Fundado en 2009 por Leif K-Brooks, un programador y estudiante de secundaria de 18 años en ese momento, el sitio se mantuvo con recursos limitados durante toda su existencia. Aunque su popularidad disminuyó con los años, aún atrajo a unos 50 millones de visitantes el mes pasado, según la firma de análisis SimilarWeb.
«No sabía realmente qué esperar cuando lancé Omegle. ¿A alguien le importaría siquiera algún sitio web que un niño de 18 años hizo en su habitación en la casa de sus padres en Vermont, sin presupuesto de marketing? Pero se volvió popular casi instantáneamente después del lanzamiento, y creció orgánicamente a partir de ahí, llegando a millones de usuarios diarios. Creo que esto tenía algo que ver con el conocer gente nueva siendo una necesidad humana básica, y con Omegle siendo una de las mejores formas de satisfacer esa necesidad», escribió K-Brooks en una publicación de blog.
Críticas y desafíos: el declive de Omegle durante la pandemia
Omegle recibió críticas después de que el servicio se convirtiera en un caldo de cultivo para actividades sospechosas durante la pandemia, lo que generó un aumento en su uso. K-Brooks dijo que la empresa intentó implementar una serie de mejoras a lo largo de los años, pero los «ataques recientes han sido todo menos constructivos».
«Por mucho que deseara que las circunstancias fueran diferentes, el estrés y el gasto de esta lucha, junto con el estrés y el gasto existentes de operar Omegle y combatir su mal uso, son simplemente demasiado. Operar Omegle ya no es sostenible, financieramente ni psicológicamente. Francamente, no quiero tener un ataque al corazón en mis 30 años», escribió.
El cambio en la red: las reflexiones finales de K-Brooks
K-Brooks, quien aparentemente dirigió el servicio solo, expresó su decepción por la cantidad de cambios que ha experimentado internet en la última década.
«La batalla por Omegle se ha perdido, pero la guerra contra internet continúa. Prácticamente todos los servicios de comunicación en línea han sido objeto de los mismos tipos de ataques que Omegle; y aunque algunos de ellos son compañías mucho más grandes con muchos más recursos, todos tienen su punto de quiebre en algún lugar. Me preocupa que, a menos que la marea cambie pronto, el internet del que me enamoré pueda dejar de existir, y en su lugar, tendremos algo más parecido a una versión mejorada de la televisión, centrada en gran medida en el consumo pasivo, con mucho menos oportunidad para la participación activa y la conexión humana genuina».
De momento, la página de Omegle muestra una cripta con el logo de la desaparecida aplicación y las palabras que su fundador le dedicó a su despedida.



