¿Cómo afecta el uso excesivo de redes sociales a nuestro cerebro?

Muchos de nosotros somos un poco adictos a nuestros teléfonos, específicamente a las redes sociales que utilizamos en ellos. Está adicción se debe a las vías de recompensa, ya que cuando hacemos algo que percibimos como placentero, la dopamina se activa invitándonos a repetir la acción de nuevo. Las explosiones de dopamina que recibimos de estas aplicaciones pueden ser adictivas.

Algunas formas en las que el consumo de redes sociales afecta a nuestro cerebro son las siguientes:

Problemas de atención:

«El consumo de aplicaciones que consiste en saltar de una aplicación a otra al mismo tiempo prestando atención a varios temas de una vez, tiene una asociación con los síntomas del TDAH «, dice la Dra. Meredith Broderick, neuróloga del sueño y miembro de la junta asesora médica de Ozlo Sleepbuds. Ya que un metanálisis mostró una correlación entre el uso de medios digitales y los problemas de atención.

Problemas para dormir:

Las computadoras y los teléfonos emiten luz azul que suprime la secreción de melatonina y puede alterar nuestros ritmos circadianos, lo que reduce la duración y la calidad del sueño. Además, utilizar una aplicación como TikTok puede ser realmente adictivo, lo que puede desempeñar un papel en la procrastinación.

Aislamiento social:

Recordar que el efecto de pasar tiempo frente a una pantalla no se trata solo del tiempo que se pasa frente a la pantalla. También se trata del tiempo que no se dedica a hacer otras cosas, como interactuar y conectarse con otros, leer, hacer actividad física y experimentar la naturaleza.

¿Cómo podemos ser más conscientes de nuestro tiempo en pantalla?

Hay aspectos tanto positivos como negativos en las redes sociales, por lo que es importante ser conscientes de cómo utilizamos nuestro tiempo frente a la pantalla. Según la Dra. Meredith, establecer límites de tiempo y tener límites saludables en torno al consumo de medios digitales se puede lograr a través de los siguientes actos:

  1. Programar horarios permitidos, como consultar las redes sociales solo una vez por la mañana, a la hora del almuerzo y luego nuevamente por la noche.

      2. Establecer un límite de tiempo para una aplicación, como 30 minutos por día.

3. Apagar los aparatos electrónicos dos horas antes de acostarse, lo que beneficia enormemente la calidad del sueño.

Acostumbrarse a esto puede ser al principio difícil para alguien que suele pasar harto tiempo en pantalla, pero con el tiempo el cerebro se va acostumbrando a este tipo de rutina.

Catalina Orellana
Catalina Orellana

¡Hola! soy Catalina Orellana, tengo 25 años y soy estudiante de periodismo. Me apasionan los medios de comunicación y saber que es lo que está sucediendo en la actualidad. Me gusta hablar de temas relacionados al área de la cultura y sostenibilidad. Algunos de mis hobbies son ver series y escuchar podcasts.