Crítica de «Aquí»: Estados Unidos en un living

Pareciera que fue ayer, pero han pasado treinta años del estreno de Forrest Gump (1994), la película más lucrosa y oscarizada del director y productor Robert Zemeckis. Uno pensaría que un reestreno habría sido lo más sensato. No obstante, Zemeckis hizo otra cosa. Logró reunir al guionista Eric Roth, al compositor Alan Silvestri, al director de fotografía Don Burgess y a los actores Tom Hanks y Robin Wright para un nuevo largometraje, Aquí (2024), que funciona como una conmemoración del taquillazo que consagró a los seis y que, al igual que aquel, apunta al sentimentalismo y a la innovación formal.

DEL PAPEL A LA PANTALLA

Aquí está basada en una novela gráfica homónima de Richard McGuire publicada en 2014, basada a su vez en un famoso cómic que el autor dibujó en 1989. Está ambientada en una sola locación, la sala de estar de una casa, y mezcla diferentes líneas temporales mediante el uso de paneles dentro de las viñetas. Este fue un concepto revolucionario ya en el ‘89, y si bien una eventual adaptación cinematográfica suponía el mismo potencial, precisaba de un cineasta con un talento especial para llevar a cabo el proyecto. Alguien como Robert Zemeckis.

Para los nostálgicos de Forrest y Jenny será bonito saber que, ejem, aquí Hanks y Wright interpretan, respectivamente, a Richard y a Margaret, otra pareja cuyo amor trasciende varias décadas, desde que se conocen en la adolescencia hasta su vejez en la actualidad.

El aspecto lúdico entra, ejem, aquí, ya que durante 104 minutos la película va del pasado al futuro y viceversa en un plano fijo, concentrándose en las múltiples familias que viven en una casa y que lo comparten todo en su sala de estar, y de paso somos testigos de la evolución de la humanidad. Las sucesivas elipsis refrescan nuestro interés y, en honor a Zemeckis, podríamos decir que el largometraje «vuelve al futuro» de manera constante, demostrando la eficacia técnica que hace inconfundible al legendario director.

En cuanto al libreto, este tiene que ajustarse a la rigidez general y crear un mundo fuera de cámara verosímil e inmediato, y Roth está a la altura del desafío. Sabe que el guion no puede ser sutil, por lo tanto, salpimenta algunas escenas con diálogos casuales que describen el mundo exterior. Así, la naturalidad de estas conversaciones disimula su carácter expositivo, haciendo que lo invisible sea tangible, rugoso y expansivo.

IDEA Y FORMA

Dado que el estilo emula el cómic de McGuire, encima de los fotogramas aparecen paneles con fragmentos de otras escenas que funcionan como transiciones. Y aunque estas viñetas abarquen dinosaurios, pandemias y guerras mundiales, representan situaciones cotidianas con la ligereza de una sitcom y el romanticismo de una teleserie.

Sin embargo, es inevitable sospechar que los saltos en el tiempo intentan esconder algunas deficiencias en el contenido. Es decir, cualquier historia se pone sosa con un cariz tan vanguardista. Estoy seguro de que este popurrí mundano habría comunicado un mensaje más profundo y universal con una concatenación lineal; pero se percibe vacuo porque no hay un empalme vital entre la idea y la forma.

Además, hay una cuota de corrección política sobre el indigenismo y el racismo en Estados Unidos que se siente deshonesta. Por ejemplo, los personajes afroamericanos jamás conocen a Richard ni a Margaret, cuya típica familia blanca de clase media es lo medular del filme. De hecho, los pasajes inclusivos son tan lacónicos y superficiales que nos hacen cuestionar cuánto respeto les tienen los realizadores a las culturas oprimidas en su país.

ECONOMÍA DOMÉSTICA

Ahora bien, los actores son el mayor valor de Aquí. El material les provee todo rango de emociones para interpretar, y solo verlos envejecer como sus personajes, ayudados por efectos especiales, es el aspecto más conmovedor del filme. El elenco se desplaza como en un escenario teatral, y los primeros planos que surgen cuando se acercan a la cámara nos alivian de lo estático de todo.

Y pese a ser una historia doméstica narrada económicamente, Aquí no es minimalista, dado que los personajes son variopintos y atraviesan grandes transformaciones. Hanks y Wright exudan esa química inigualable e intacta, pero los que se lucen son Paul Bettany como Al y Kelly Reilly como Rose, los padres de Richard. Bettany despliega una habilidad para la comedia que yo no había visto en él, y que es apropiada para el ajetreado arco dramático de Al, quien enfrenta muchas contradicciones a lo largo de los años. Por su parte, la resiliente Rose es el complemento perfecto de su marido, y Reilly proyecta una viveza y un candor genuinos.

Esta no es la chapuza calamitosa que deploran tantos críticos estadounidenses, la mayoría ñoños con ínfulas de sabios que se obcecan en encontrar el grial del cine, que sería algo así como el Ciudadano Kane de su generación. Y si Zemeckis no nos cuenta el auge y caída de un hombre blanco, gringo y heterosexual, y tampoco consigue una épica antropológica, al menos le resta hacer lo que mejor sabe hacer: apaciguarnos con unas actuaciones encantadoras y una dulzura irresistible. Aquí tendrá un buen futuro como una placentera excentricidad de un sábado por la tarde en la televisión, probablemente en un living.

Título original: Here/Director: Robert Zemeckis/Guion: Eric Roth, Robert Zemeckis/Basado en la novela gráfica de Richard McGuire/Producción: Robert Zemeckis, Jack Rapke, Derek Hogue, Bill Block/Elenco: Tom Hanks, Robin Wright, Paul Bettany, Kelly Reilly/Fotografía: Don Burgess/Montaje: Jesse Goldsmith/Música: Alan Silvestri/País: Estados Unidos/Género: Drama, comedia, romance, historia/Año: 2024/Idioma: Inglés/Duración: 104 minutos

Esteban Andaur
Esteban Andaur

¡Hola! Soy Esteban Andaur, tengo 34 años y soy realizador audiovisual y crítico de cine. Amo escribir, leer, ir mucho al cine y beber té todo el día. Siempre estoy en busca de algo inspirador.