ChatGPT es más altruista que el promedio de los seres humanos, según reciente estudio

En el umbral de una nueva era de inteligencia artificial, un reciente estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences por investigadores de la Universidad de Michigan ha arrojado luz sobre las capacidades conductuales de ChatGPT, revelando que estas tecnologías pueden exhibir características de personalidad y comportamientos sorprendentemente similares a los humanos, pero con un giro altruista y cooperativo más pronunciado.

El análisis se basó en «pruebas de Turing conductuales», diseñadas para evaluar si las máquinas pueden imitar respuestas e inteligencia humanas, comparando las reacciones de ChatGPT con las de 108,000 personas de más de 50 países.

La metodología incluyó hacer que ChatGPT respondiera a encuestas psicológicas y participara en juegos interactivos, con el fin de observar cómo toma decisiones y explora sus preferencias más allá de sus respuestas verbales. Los perfiles de personalidad de ChatGPT se encontraron dentro del rango de la distribución humana, a pesar de que ChatGPT-3 obtuvo una puntuación notablemente más baja en Apertura. Esto sugiere que, aunque las IA son capaces de imitar comportamientos humanos, en ciertos aspectos, como la cooperación, la confianza, la reciprocidad, el altruismo, la maldad, la equidad, el pensamiento estratégico y la aversión al riesgo, actúan como si fueran más altruistas y cooperativos que los humanos.

¿Un futuro moldeado por la IA?

Qiaozhu Mei, profesor en la Escuela de Información y el Colegio de Ingeniería de la U-M y autor principal del estudio, comentó que el comportamiento de la IA, al ser más cooperativo y altruista, podría ser especialmente útil en roles que requieran negociación, resolución de disputas, servicio al cliente y cuidados. Esta revelación plantea preguntas importantes sobre cómo deberían reaccionar las personas ante esta información, especialmente considerando el futuro papel de la IA en la sociedad y si esta tecnología potenciará a los humanos en lugar de sustituirlos.

Este estudio marca el comienzo de un método formal para evaluar los rasgos de personalidad y las tendencias conductuales de la IA, proporcionando una manera científica de observar sus decisiones y preferencias más allá de lo que pueden verbalizar. La investigación se beneficia de la conjunción entre la ciencia de la computación y la economía conductual, introduciendo juegos clásicos de economía conductual en el test de Turing clásico y comparando las respuestas de la IA con las de una población diversa de jugadores humanos.

Un futuro de investigación y aplicaciones

Mirando hacia el futuro, esta investigación abre varias vías para estudios a corto y largo plazo, incluyendo la adición de más pruebas de comportamiento, la comparación de más modelos de IA y la educación de las IA para que sus comportamientos y preferencias puedan representar la diversidad de la distribución humana. A largo plazo, los investigadores esperan que este estudio inaugure un nuevo campo: la «ciencia del comportamiento de la IA», donde especialistas de diversas disciplinas puedan investigar los comportamientos de la IA, su relación con los humanos y su impacto en la sociedad futura.

Conocer que ChatGPT es más altruista y cooperativo que el humano promedio podría aumentar nuestra confianza en su uso para tareas que requieren negociación, resolución de disputas o cuidados. Por otro lado, comprender que sus personalidades y preferencias son mucho más estrechas que la distribución humana nos ayuda a reconocer sus limitaciones en tareas donde la diversidad de preferencias humanas es crucial, como el diseño de productos, la formulación de políticas o la educación.

Redacción Ruspost
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