Hace cientos de miles de años vivía en el sur de China una especie de gran simio que representaba al mono más grande conocido hasta ahora: el Gigantopithecus blacki. Este primate extinto medía hasta 3 metros de altura y podía pesar unos 295 kilos.
De acuerdo con la información reportada desde Associated Press, su enorme tamaño resultó ser una desventaja evolutiva cuando empezó a escasear su alimento preferido. Según un nuevo estudio publicado en Nature, esta especie desapareció debido al cambio climático que redujo la disponibilidad de frutas en los bosques que habitaba.
Alimentación vegetariana
Los Gigantopithecus eran principalmente vegetarianos. Su dieta consistía en frutas, flores y otros alimentos que encontraban en los bosques tropicales del sur de China donde vivieron durante unos 2 millones de años.
Tenían un parecido con los actuales orangutanes y, al igual que estos, su gran volumen corporal les impedía trepar a los árboles con facilidad para buscar nuevas fuentes de nutrientes.
Cambio de dieta
Según el análisis realizado, hace unos 600.000 años empezaron a haber menos frutas en esa región debido a la aparición de más épocas de sequía. Ante la escasez de su alimento preferido, los Gigantopithecus tuvieron que empezar a comer más corteza de árboles, cañas y otros vegetales menos nutritivos.
Extinción
Los investigadores calculan que esta especie de gran simio desapareció en algún momento entre los años 215.000 y 295.000 antes del presente. No fue una extinción rápida sino un declive paulatino a medida que el cambio climático alteró la composición de los bosques en los que vivían.
Las especies más pequeñas sí pudieron adaptarse trepando a los árboles para buscar otros alimentos, pero los enormes Gigantopithecus quedaron atrapados en un entorno que ya no podía sustentar a estos gigantes herbívoros.
Escasez de fósiles
Aunque se trata de una de las especies de primates más grandes que han existido, los restos fósiles de Gigantopithecus son muy escasos. Lo que se sabe de su anatomía procede del análisis de algunos dientes, cuatro mandíbulas y ningún esqueleto completo encontrado hasta ahora.
Todos estos fósiles proceden de cuevas en el sur de China, la única región del planeta donde han aparecido restos de esta especie extinta.
Origen incierto
Los grandes simios como el Gigantopithecus blacki surgieron en algún momento entre hace 22 millones y 2 millones de años. Durante ese periodo habitaron diversas regiones de África, Europa y Asia antes de que la mayoría se extinguieran.
Sin embargo, los científicos desconocen aún cuál fue el continente donde apareció originalmente la familia de los grandes monos antropoides.
Entre las decenas de especies extintas que existieron en el pasado, el Gigantopithecus blacki destaca por ser la más grande hasta ahora. Con 3 metros de estatura y un peso que podía superar los 650 kilos según las estimaciones, ningún otro primate conocido alcanzó tales dimensiones.
Incluso en comparación con el gigante King Kong de ficción, que mide 7,5 metros, este simio prehistórico era enorme aunque no llegó a tales tallas legendarias.
Los humanos solo empezamos a crecer
Mientras que el gran tamaño del Gigantopithecus acabó causando su desaparición, nuestra especie parece estar experimentando justo la tendencia opuesta. En los últimos cien años la estatura media de los humanos ha aumentado unos 10 centímetros a nivel global.
Así pues, al contrario que nuestros parientes prehistóricos, los humanos contemporáneos somos más altos que nunca gracias a la mejora de la alimentación y la asistencia sanitaria.



