La maternidad es una experiencia que transforma no solo el cuerpo de una mujer, sino también su cerebro. Un estudio reciente, liderado por las investigadoras Susana Carmona, María Paternina-Die y Magdalena Martínez del Hospital Gregorio Marañón, arroja luz sobre cambios cerebrales significativos durante el embarazo y el posparto.
Descubriendo la matrescencia: el cerebro en transformación
La denominada «matrescencia», un término que resurge en la literatura científica, describe la profunda metamorfosis que acompaña a la maternidad. Contrario a la noción tradicional del «mommy brain,» que sugiere pérdida de memoria y niebla cerebral, la matrescencia revela cambios neuroanatómicos notables.
El estudio comparó el cerebro de 110 mujeres en el tercer trimestre de su primer embarazo con el de mujeres que nunca habían estado embarazadas. Los resultados revelaron que el cerebro de las futuras madres ya mostraba diferencias anatómicas antes del nacimiento del bebé.
La investigación no solo se centró en la llamada «red neuronal por defecto,» que se activa en reposo y se desactiva durante tareas de atención. También exploró cambios en regiones relacionadas con la atención. La Dra. Carmona explica: «Cuando comparamos los cerebros, vimos que cambiaban muchas redes cerebrales.»
Posparto y persistencia
El seguimiento posparto reveló que algunos cambios, especialmente los relacionados con la atención, se restablecen rápidamente. Sin embargo, otros, vinculados a la «red neuronal por defecto,» persisten en el tiempo y probablemente sean de por vida. Este hallazgo podría tener implicaciones en la comprensión y tratamiento de la depresión posparto.
Aunque el estudio no tenía como objetivo evaluar el tipo de parto, los resultados sugieren que el trabajo de parto, independientemente de cómo termine, influye en la neuroplasticidad materna. Incluso entre diferentes métodos de parto, las madres que experimentaron cesáreas programadas mostraron cambios cerebrales distintos.
La ansiedad y su vínculo: un factor determinante en la experiencia materna
La investigación también destacó la influencia de la ansiedad durante el embarazo en la experiencia del parto. Las madres con niveles más altos de ansiedad tendieron a tener experiencias de parto más desafiantes, lo que se asoció con mayor estrés posparto, síntomas de depresión y una conexión menos sólida con el bebé.
A pesar de estos descubrimientos, el equipo de investigación aún enfrenta preguntas sin respuesta. Las futuras investigaciones se centrarán en comprender los cambios en segundos embarazos o en madres adoptivas, así como en analizar la duración y la base celular de las transformaciones cerebrales.
La Dra. Carmona destaca la necesidad de explorar a nivel celular: «En la resonancia lo que vemos son cambios en la sustancia gris, pero en ella puede haber diferentes tipos de células como neuronas, glía o astrocitos.» Además, la investigación buscará determinar si la adaptación del sistema inmunitario durante el embarazo también juega un papel en estos cambios cerebrales.
Los padres también cambian: un vistazo a la perspectiva paterna
El estudio revela que los padres también experimentan cambios cerebrales, aunque son más pequeños y variables en comparación con las madres. La relación con el bebé parece ser un factor clave en estas transformaciones cerebrales paternas.
El estudio se suma a un llamado para redefinir el término «mommy brain» que ha sido asociado de manera despectiva con la pérdida de memoria. Se propone cambiar el enfoque hacia la adaptación del cerebro de las mujeres para asumir la extraordinaria tarea de la crianza. La ciencia desmiente la creencia de déficits de memoria durante la maternidad.
Vía: Sinc