En la era digital, la forma en que consumimos contenidos audiovisuales ha experimentado una transformación significativa. Un fenómeno cada vez más evidente es el covisionado, una práctica en la que los espectadores utilizan dispositivos adicionales, como teléfonos o tabletas, mientras miran la televisión. Esta tendencia, lejos de ser anecdótica, está moldeando la manera en que entendemos y disfrutamos del entretenimiento.
Ricardo, un joven de 18 años, encarna este comportamiento al ver su serie favorita. Sostiene su teléfono durante todo el episodio, priorizando la atención a múltiples pantallas sobre la experiencia completa de la obra. Este hábito no es exclusivo de Ricardo; numerosos estudios confirman que la mayoría de los televidentes adoptan el covisionado como parte de su rutina.
El impacto del covisionado en la experiencia televisiva
La atención dividida entre la pantalla principal y los dispositivos secundarios plantea interrogantes sobre la calidad y la absorción real de lo que vemos en televisión. Un estudio británico revela que durante un programa de 30 minutos, los espectadores consultan sus teléfonos hasta ocho veces. Este fenómeno, alimentado por el «Fear of Missing Out» (FOMO), sugiere que se sacrifica la inmersión completa en una obra por el temor a perderse algo en otras plataformas.
La televisión, que alguna vez monopolizó la atención, ahora compite con la vorágine de contenidos en diversas pantallas. ¿Estamos presenciando el declive del consumo televisivo tradicional a favor de una convivencia constante con dispositivos digitales?
Covisionado y la generación Z
La generación Z, caracterizada por su hiperconexión, presenta un desafío para los creadores de contenido. El 72,5% de los espectadores entre 18 y 24 años confiesa consultar el móvil mientras ve televisión. Este comportamiento podría intensificarse a medida que esta generación madure, planteando la pregunta de cómo captar y retener la atención de una audiencia cada vez más difícil de cautivar.
La presencia de dispositivos adicionales durante el visionado televisivo es más evidente en usuarios de televisiones conectadas. Un estudio sugiere que estos usuarios utilizan otros dispositivos un 21% más que aquellos sin este tipo de tecnología. Este dato refuerza la idea de que la conectividad impulsa el covisionado.
La atención fragmentada se convierte en una realidad con la cual la industria audiovisual debe lidiar. Jason Hellerman, guionista, destaca la creciente preferencia de las plataformas de vídeo por «historias que se puedan entender prestando solo la mitad de atención». Este enfoque responde a la demanda de contenidos que no distraigan demasiado a los espectadores de sus dispositivos móviles.
Justine Bateman, guionista, directora y productora, revela que las plataformas solicitan guiones que no compitan en exceso con la atención del espectador. La preocupación no es solo sobre qué se ve en televisión, sino cómo se ve y con cuánta atención se sigue. Este fenómeno plantea la cuestión crucial de si la industria debe ajustar sus estrategias de producción para adaptarse al covisionado.
Beneficios inesperados
Contrariamente a la percepción negativa del covisionado, algunos estudios sugieren que esta práctica puede tener beneficios. Al comentar programas de televisión con amigos y familiares a través de dispositivos móviles, se crea un «salón virtual», proporcionando una sensación de conexión en un mundo cada vez más digitalizado.
Esta dinámica social plantea la pregunta de si los creadores de contenido deberían considerar esta realidad al desarrollar nuevas obras. ¿Deberían los guionistas, directores y productores adaptarse a una audiencia que consume historias de manera fragmentada y social?
La paradoja de la atención
La preocupación por la falta de atención hacia lo que se transmite en televisión se torna aún más relevante. ¿Cómo se puede asegurar que los espectadores estén comprometidos con una obra cuando sus mentes y ojos se dividen entre la pantalla principal y las segundas pantallas?
El desafío reside en comprender si el covisionado es una moda pasajera o una transformación irreversible en el consumo audiovisual. La clave podría estar en abordar esta dualidad de atención no como un obstáculo, sino como una nueva realidad que requiere estrategias creativas y adaptativas.
La industria audiovisual enfrenta un dilema en evolución: ¿cómo crear contenidos que resistan la distracción constante de los espectadores? El covisionado no se limita a la televisión; se extiende a diversas plataformas, creando un desafío universal para todos los creadores de contenido.
La necesidad de comprender esta nueva dinámica y adaptarse a ella se vuelve esencial. ¿Se avecina una revolución en la forma en que se conciben y consumen las historias en un mundo donde la atención está dividida?
El covisionado: reto y oportunidad para la industria audiovisual
En lugar de percibir el covisionado como un obstáculo, algunos argumentan que podría ser una oportunidad. Adaptar las historias para ser comprendidas con solo la mitad de la atención puede abrir nuevas posibilidades creativas y narrativas.
La industria audiovisual enfrenta un cambio de paradigma, y quienes logren entender y abrazar el covisionado podrían estar mejor posicionados para destacar en el paisaje mediático actual.
El debate sobre el covisionado y su impacto en el compromiso del espectador está en constante evolución. La cuestión va más allá de la mera distracción; se trata de cómo los creadores de contenido pueden mantener la conexión emocional con una audiencia que divide su atención.
En un mundo cada vez más digital, la adaptación a esta nueva realidad se convierte en una necesidad apremiante para la supervivencia y el éxito en la industria audiovisual.
Covisionado: desafiando las normas de la experiencia televisiva
La experiencia televisiva tradicional enfrenta un desafío fundamental con la prevalencia del covisionado. ¿Cómo se redefine el significado de «ver televisión» en un contexto donde la atención se dispersa entre múltiples pantallas?
Este fenómeno no solo cuestiona nuestras prácticas de consumo, sino que también invita a la industria a repensar la forma en que crea y presenta contenidos en una era de constante conectividad.
Vía: The Conversation