Impacto de Windows 11: ¿240 millones de computadores al basurero electrónico?

TechSpot, portal especializado en tecnología, publicó recientemente un artículo en el que se analizan las latentes preocupaciones sobre el destino de millones de computadores personales tras el anuncio de Microsoft de poner fin al soporte de Windows 10. Investigadores advierten que hasta 240 millones de PCs podrían terminar en vertederos debido a las restricciones de hardware de Windows 11.

Las restricciones de hardware impuestas por Windows 11 han sido objeto de controversia desde su lanzamiento a finales de 2021. Microsoft inicialmente alertó sobre problemas de compatibilidad, generando descontento y llevando a los usuarios a buscar maneras de eludir las verificaciones de hardware. La preocupación se intensifica a medida que Windows 10 se acerca al final de su ciclo de vida.

Estimaciones alarmantes de residuos electrónicos

Canalys, una firma de investigación tecnológica, informa que cuando Microsoft retire Windows 10 en 2025, podrían desecharse hasta 240 millones de PCs. Reuters estima que este desecho equivaldría a 480 millones de kilogramos de residuos electrónicos, lo que se compara con aproximadamente 320,000 automóviles. Canalys señala que la decisión de Microsoft empeorará el problema de los residuos electrónicos en la industria y destaca el papel de los proveedores de sistemas operativos en fomentar modelos informáticos circulares.

Contrario a las predicciones catastróficas, no se espera que la totalidad de los 240 millones de equipos informáticos termine en vertederos en 2025. Microsoft ya ha anunciado la oferta de actualizaciones de seguridad extendidas para Windows 10 hasta 2028. Sin embargo, esta cobertura extendida no es gratuita ni barata, y solo una fracción de los usuarios, principalmente empresas, optarán por ella.

Oportunidades para Windows 11 y alternativas

Microsoft también se beneficiará de la demanda renovada de Windows 11 que traerá consigo el fin del soporte de Windows 10. Además, existe la opción de migrar a Linux y reutilizar las PCs. Algunas máquinas con Windows 10 encontrarán una nueva vida como computadores y servidores Linux. Otras seguirán ejecutando Windows 10 para funciones como pruebas e investigación, aprovechando redes sin conexión que reducen la necesidad de nuevas actualizaciones de seguridad, permitiendo que Windows 10 siga siendo viable indefinidamente.

Reciclaje y reprocesamiento como solución

Afortunadamente, muchos usuarios optarán por el reciclaje de residuos electrónicos. Incluso las comunidades más pequeñas realizan campañas de recogida de desechos electrónicos al menos una vez al año. Algunas tienen centros de reciclaje a tiempo completo dedicados a desmontar y recuperar componentes y elementos de tierras raras de PCs y otros dispositivos electrónicos desechados, lo que contribuye a aliviar la escasez de estos recursos en la fabricación.

Además, el reciclaje de computadores puede convertirlas en componentes valiosos para la producción de tecnologías sostenibles. Peter Afiuny, Director Comercial de Noveon Magnetics, destaca: «Convertir las computadores al final de su vida útil en imanes que impulsan tecnologías sostenibles como vehículos eléctricos y turbinas eólicas ayudará a satisfacer la creciente demanda global de electricidad».

Los recicladores también pueden recuperar metales como litio, cobalto, níquel y cobre de las baterías dentro de las computadores desechadas para fabricar nuevas baterías. Otros materiales como aluminio y plásticos se pueden reciclar para su uso en diversos productos. A pesar de los 240 millones de computadores obsoletas, la mayoría de los desechos proyectados para 2025 deberían ser gestionados de manera adecuada gracias a los modernos procesos de reciclaje y reutilización.

Desafíos y oportunidades en el horizonte tecnológico

El fin del soporte de Windows 10 plantea desafíos significativos en términos de residuos electrónicos, con la posibilidad de que hasta 240 millones de PCs se descarten. Sin embargo, el escenario no es tan sombrío como sugieren algunas predicciones. La extensión del soporte para Windows 10 y las opciones de migración a Linux ofrecen alternativas para prolongar la vida útil de estos dispositivos.

En cuanto a los residuos, la creciente conciencia sobre el reciclaje electrónico y los esfuerzos actuales de reciclaje deben mitigar gran parte del problema. La recuperación de metales y la reutilización de componentes clave contribuirán a reducir la presión sobre los recursos naturales. En última instancia, la transición de Windows 10 a Windows 11 presenta desafíos, pero también oportunidades para adoptar prácticas más sostenibles en la gestión de tecnología obsoleta.

Redacción Ruspost
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