En África Oriental, la población crece a un ritmo acelerado, superando el promedio del continente entre 2013 y 2017. Este crecimiento, respaldado por un desarrollo económico robusto, ha generado una creciente demanda de electricidad. En respuesta, varios países de la región, incluyendo Uganda, Rwanda, Kenia y Tanzania, han contemplado la construcción de plantas nucleares como una solución viable.
Riesgos financieros en el camino nuclear
A pesar de las aparentes ventajas, como la duplicación de la capacidad de generación eléctrica, la energía nuclear conlleva riesgos sustanciales. El aspecto financiero destaca como uno de los mayores obstáculos. La construcción, mantenimiento y desmantelamiento de una planta nuclear se cuentan entre las formas más costosas de generación de electricidad, con costos reales que suelen exceder significativamente las estimaciones iniciales.
Otro riesgo crucial radica en la dependencia económica y política del país patrocinador del proyecto nuclear. Aunque China y Rusia se han convertido en actores clave en el desarrollo de plantas nucleares fuera de sus fronteras, esta colaboración puede generar una fuerte dependencia a largo plazo. La reciente incertidumbre geopolítica, especialmente relacionada con la agresión rusa en Ucrania, agrega un matiz adicional de riesgo a estos proyectos.
Ante estos desafíos, la pregunta es evidente: ¿hay alternativas más sensatas y sostenibles para el futuro energético de África Oriental? Expertos sugieren que sí. En lugar de embarcarse en proyectos nucleares costosos y prolongados, la región podría enfocarse en fuentes de energía más ágiles y económicamente viables.
Energías Renovables: Solar, Eólica y Geotérmica
Las fuentes de energía renovable, como la solar, eólica y geotérmica, destacan como opciones prometedoras. La energía solar, a pesar de tener una huella mínima en la región actualmente, se ha convertido en una de las formas más asequibles de generación de electricidad. La amplitud de áreas adecuadas para la captación solar en la región la convierte en una elección lógica y económica.
Las granjas eólicas, aunque no disfrutan de los recursos eólicos marinos, ya están operativas en regiones como el lago Turkana en Kenia. Además, la región cuenta con el Valle del Rift, que alberga actividad volcánica, creando oportunidades para la generación de energía geotérmica. Esta tecnología, ya líder en Kenia, podría expandirse a otros lugares de África Oriental.
La ventaja de estas alternativas reside en sus plazos de construcción más cortos en comparación con los megaproyectos nucleares o hidroeléctricos. Aunque la energía hidroeléctrica ha sido un componente significativo en la región, la construcción de nuevas represas puede ser un proceso lento y a veces controvertido. Sin embargo, proyectos importantes, como la central hidroeléctrica Julius Nyerere en Tanzania, aún están en marcha.
Considerando la diversidad de recursos y los riesgos asociados con la energía nuclear, invertir en una construcción nuclear masiva parece no tener justificación. Los riesgos financieros, la dependencia geopolítica y los problemas de seguridad implican que las alternativas más flexibles y económicas son decisiones más lógicas para el futuro energético de África Oriental.
Vía: The Conversation



